viernes, 24 de octubre de 2008

Prevenir es mejor que curar




Como un jardín abandonado por la falta de quien lo cuidaba, pero que sigue dando sus frutos, aunque más agrestes que antes... Pues así veo yo este blog, que pese a no cuidarlo a diario sigue recibiendo visitas, y Dios sabrá el fruto que sigue dando.

Esta mañana leía esa 'carta de amor' que es bueno tener siempre a mano, para levantar el ánimo. Espero que tengas la tuya, la mía no es ningún sucedáneo: me la mandan cada mañana desde la fuente misma del Amor, aunque a veces el corazón no tenga reflejos para responder...

Y en esa carta, se me invitaba a abrir los ojos a lo que puede pasar. Y es que el evangelio es, entre muchas otras cosas, medicina preventiva. Cuando evangelizo, estoy evitando infinidad de conflictos, o estoy enseñando a resolver los que vayan surgiendo a mi alrededor. Porque en la Palabra que escucho últimamente se me insiste en que vea a Dios como Padre; y si lo hago, sólo queda ver al otro como hermano... Hoy se me ha pedido de nuevo al hermano, a ver a todos como hermanos: en eso consiste la moral cristiana, ahí radica todo mandamiento.

Cuando entiendo algo con una luz nueva, una luz amable, y esa luz está llena de sencillez... posiblemente es de Dios.

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