Jesús sigue gritando hoy: cuida tu corazón... Tantas veces parece que la vida es una rutina a la que te adaptas y por la que te aceptan, pero por dentro puede haber tormentas y terremotos. Es como el dicho aquél: si no vives como piensas, pensarás como vives. Una vida ordenada no siempre supone un corazón en paz, y viceversa: es posible tener el corazón en paz en medio de una vida sometida a grandes cambios y tensiones. En cualquier caso, lo de dentro y lo de fuera se complementan a la hora de decirme 'cómo estoy', eso que dice el evangelio de hoy (Mt 23, 23-26) cuando insiste en 'practicar esto sin descuidar aquello'.
Si no creyera que esa palabra es de Vida, y que su intención es la del Amor, sonaría a condena y reproche. Y lo creo porque, como decía San Pablo, 'sé de quién me he fiado', y porque soy mejor cuando le he hecho caso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario