sábado, 16 de agosto de 2008

Sí, a veces nos empeñamos en 'despeñarnos', en hacernos daño y apartarnos... Quizás por un falso sentimiento de justicia, creyendo que merecemos que nos pasen ciertas cosas porque no hemos sido buenos.  Sin embargo, cuando alguien se lamenta y rompe nuestro aislamiento y nos dice:  "¿por qué has hacerte mal?", entonces es más fácil juzgarnos bondadosamente, objetivamente.  Si alguien se preocupa por mí y me saca del encierro, me invita a confiar, a mirar hacia adelante y que, después de la rabieta venga enseguida la risa, como un niño... entonces se vence el desánimo.  La melancolía no es un buen país para pasar las vacaciones.  Eso es lo que Alguien me han dicho hoy en las lecturas bíblicas del día (Ezequiel 18, 1-10. 13b. 30-21 / Salmo 50, 12-19 / Mt 19, 13-15 -consulta Biblia on line del enlace).  Prueba a ver qué te dicen a tí...

No hay comentarios: