jueves, 18 de septiembre de 2008

Humilde belleza...



Uno de los deportes favoritos del ser humano es juzgar al prójimo. Es un modo excelente de olvidarme de mis errores: escandalizarme con los ajenos. Aunque hay quien dice que lo que veo en el otro es porque antes lo he conocido yo...

Me encanta la lectura de hoy. Si alguien tiene alguna duda de cómo es el Dios de Jesús, que lea esto... Ni juicios sumarísimos, ni escrúpulos puritanos, nada... Un pasaje de una hermosa belleza. Es, simplemente, poesía... la poesía del amor de Dios, manifestada en un breve momento... ¿Y si fuera capaz de vivir así a Dios?: un Dios que conoce, que enseña, que perdona, que se deja besar, que agradece... Lo peor que puedo hacer es juzgarme más duramente de lo que Dios hace conmigo, y lo mismo me pide con el hermano.

Por cierto: hoy es San José de Cupertino, hombre humilde que llegó a sacerdote de chiripa, pese a ser considerado un joven inútil... ¿Lo celebrarán en la sede californiana de Apple...? (recuerda: Cupertino es el nombre de su sede).

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