Dios habla a través de los sencillos, los que pocos aprecian pero que desvelan y sufren la hipocresía de muchos que se ponen como modelo. Un joven me ha hablado hoy del "poeta callejero", un rapero dominicano que dice verdades como puños... Hoy, que tanto se habla de tolerarlo todo, no se estila hablar de verdades... Yo le he recordado que eso es lo que hacían los profetas, y que a unos los escuchaban y a otros los echaban. Como dice el evangelio de hoy.
Cierto es que quedarse en la protesta tampoco soluciona mucho: ese es sólo el primer paso. Hay también mucha gente comprometida (también en la política, o en la religión), que no actúan como los del vídeo... Ojalá que su denuncia no predique odios que serían aún peor; que sea más bien el modo de sacudir conciencias adormecidas, que recuerden que el amor a Dios es amor al hermano, más para vivirlo que para creerlo.
Y urge, porque son muchos, demasiados, los que malviven... Y su resentimiento crece...
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