martes, 2 de diciembre de 2008

Un granito de arena



No sé si has visto la película "Bella", que se anda exhibiendo estos días por los cines.  No es habitual encontrar buen cine a favor de valores cristianos, pero he aquí un bello ejemplo (valga la redundancia).  El protagonista de la película no se ha limitado a interpretarla con gran sensibilidad, también se ha implicado en su financiación (poniendo dinero de su bolsillo) y se ha volcado en una campaña en favor de los niños no nacidos que están en peligro de aborto provocado.  Gracias a Dios hay personas que saben conectar con la gente y hacerle llegar un mensaje contracorriente.  

Muchas jóvenes pasan por el drama de tener que decidir si abortan, por miedo al rechazo social y las represalias familiares, o a cerrarse un futuro que creían distinto.  Los medios para abortar se han facilitado tanto y la conciencia social de que es un mal se ha relajado de tal modo que ya nadie repara en que pueda ser un problema.  Sólo cuando se reflexiona un poquito sobre ello, y nos damos cuenta de que todos hemos sido embriones, entonces cabe la duda.  La solución está en no fomentar una sexualidad de consumo sino del amor, y en apoyar a las futuras madres, no en señalarlas con el dedo.

Si queremos un futuro, respetemos la vida:  sin ella, no hay futuro que merezca la pena.

Y para las jóvenes que ya han pasado por ese trago, ánimo, Dios es amor y perdón, y siempre da ocasión de hacer el bien.  En todo camino se sufre, pero mejor sufrir por amor que por temor. 

Pido para que, si me veo en algún dilema de igual importancia, tenga la valentía para actuar como ahora reclamo a esas jóvenes.




No hay comentarios: