viernes, 3 de octubre de 2008

Tráfico aéreo

Hace unos días, en la isla griega de Lesbos, dos aviones se disponían a aterrizar.  Uno, de bandera griega, el otro escandinava.  Cuando intentan ponerse en contacto con la torre de control, se encuentran con la sorpresa de no recibir respuesta alguna.  Así que comienzan a volar en círculos sobre el aeropuerto, esperando...  Los aviones comerciales llevan una reserva de combustible para casos de espera.  Pero la situación se alarga 40 minutos, y comienza a ser angustiosa.  Por fin alguien se acuerda de ellos, y consiguen tomar tierra.

¿Qué pasó?.  Pues que el controlador aéreo de turno... ¡se quedó dormido!...

Dos cosas sobre esta noticia:  lo primero, la importancia de hacer bien el propio trabajo, y cómo pequeñas decisiones (como no acostarse pronto, por ejemplo) pueden afectar gravemente lo que hacemos.  La otra, que el periodista que tomó la noticia no destacó en el titular el hecho de que el controlador era mujer, y eso que podía haber hecho un mal chiste (recuerda:  todo ocurre en la isla de Lesbos, y ¿cómo se llama a las habitantes?).

Así que ojo con no respetar el descanso, y bravo por el/la periodista.

Como toque de humor:  aquí tenéis al perrillo de la controladora, que por lo visto trasnochó lo mismo que su dueña...  (dedicado a Vio por su 19 cumpleaños):


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