sábado, 25 de agosto de 2012

De Leopard a Mountain Lion... y mis torpezas






Pues sí:  es muy, muy, muy posible que estas experiencias personales acaben por no ayudar a casi nadie, pero no por ello es menor la esperanza de aportar un granito de arena, igual que las de otros lo han hecho conmigo, y me han ayudado tanto a avanzar de forma autodidacta en el conocimiento de mis herramientas de trabajo.  Desde aquí gracias.  Y aquí va una parte de mi agradecimiento, un poquito de mi nueva experiencia con Mountain Lion, el nuevo SO de Mac X. 

Cierto:  ya hay mucho dicho y muy bueno.  Pero yo puedo aportar algo distinto.  Por una parte, es mi propia experiencia de usuario elemental, y eso siempre es original, y puede que ayude a otros a no sentirse acomplejados por comentarios de usuarios más avanzados.    La otra posible originalidad es que hasta ahora he sido usuario de Leopard, y si hay más como yo que den ese salto lo leerán con simpatía.

Bien.  Mis impresiones son de unos días, pero ahí van.

Descarto hablar mucho de la lógica ganancia en fluidez, dado que he adquirido un nuevo equipo y eso se nota:  disco duro más fluido, más capaz, más ram…  ¿Cómo no va a ir todo mejor?.    Voy a la nueva interfaz:  Mission Control, Launchpad, App Store, visualización en Safari, gestos multitáctiles…

Yo vengo de los Spaces de Leopard.  Algo he leído por ahí sobre que muchos usuarios lo echan de menos, al tener ventanas más grandes de los diferentes escritorios.  Y es verdad.  Al principio me dejaba la vista para adivinar qué aplicaciones tenía en cada uno, teniendo que hacer uso del zoom (Ctrl + dos dedos en vertical, si se habilita en Accesibilidad).  Pero eso se ha minimizado:  he ido asignando que mis aplicaciones más comunes se abran en determinados escritorios, de modo que ya me va siendo más intuitivo localizarlas.  Además, con el gesto de cuatro dedos en horizontal por el trackpad voy pasando escritorios a pantalla grande, y apenas uso el Mission Control.  Si los escritorios abiertos no son demasiados se acaba por no echarlos de menos.  Pero eso, más que una ventaja, es una adaptación forzosa a esta nueva presentación, no es un avance para mí.  Simplemente me es más ágil pasar escritorios que verlos minimizados para elegir uno.

Cuando decidí comprar el nuevo mac tenía cierta confusión en mente, y es que había leído que no se podía “pasar” de Leopard a Mountain Lion.  Eso es cierto:  no podía instalar en mi anterior equipo el nuevo SO.  Pero me confundí pensando que tampoco podía migrar los datos de un ordenador con Leopard a otro con Mountain Lion, que es algo muy distinto.  Hasta tal punto estaba convencido de mi error que llegué a plantear la duda en un conocido foro, hasta que se me iluminó espontáneamente la bombilla y caí del burro:  siempre pueden migrarse datos de un mac a otro, tengan la versión del SO que tengan, con la pega de algunas aplicaciones específicas que se hallen anticuadas y ya no sean soportadas.  En mi caso, desde el 2008 al 2012 encuentro que hay dos que no me funcionan en el nuevo equipo:  MVWare Fusion, para usar Windows XP en una partición;  y Switch, para cambiar formatos de archivos.  Pero bueno, lo demás perfecto (Office 2008 para Mac incluido), tema resuelto.

Hablemos ahora del Launchpad:  sinceramente, ni me he enterado que está ahí.  Siempre he tirado de Finder para abrir aplicaciones, o del dock, el cual tengo ampliamente equipado y apretujado de iconos, pero que visualizo bien gracias al efecto Aladin elegido en preferencias.  Quizás me acabe acostumbrando a dicho sistema, parecido a la presentación del iPhone.  Pero como digo es lo que menos he tocado, aunque resulta “gracioso” y agradable saber que es otra utilidad más.  Por ahora sólo para juguetear y enseñar al que venga.

Qué más… ah, sí, mi incidente con el “Voiceover”, esto ya más de risa o para llorar, según se mire.  El caso es que hará un par de años que noté que en mi equipo no respondía la combinación Mayús+A para escribir “A”.  Fui a un servicio técnico cercano y me ofrecieron cambiar el teclado, pues en mi anterior equipo esta era una pieza donde estaban documentadas altas estadísticas de fallo.  El caso es con el nuevo teclado me seguía dando el problema… y pedimos otro, y me lo volvieron a cambiar.  Pero cuando ya vimos que el problema persistía, entonces al técnico (oficial) se le ocurrió conectar mi equipo a un disco duro suyo, y “voilá”, el teclado funcionaba a la perfección…  Concluyó entonces que había alguna “rutina” de mi configuración que provocaba el fallo, y me recomendó que formateara el ordenador con mi copia de seguridad.  Así lo hice… y el problema persistió.  Así que decidí apañarme como al principio, usando el BloqMayús cada vez que quisiera escribir “A” (y ahora, que puedo escribirlo de forma “normal” siento un gran alivio).  Por fin, al migrar al nuevo ordenador veo que ya no tenía ese problema… hasta el día siguiente de empezar a toquetearlo, y empezar el nuevo equipo a leerme en voz alta el texto que tenía en pantalla…  Entonces pienso:  ayer funcionaba bien, hoy vuelvo a no poder poner “A mayúscula”, y encima el ordenador me habla…  Conclusión lógica:  se trataba de una combinación de teclas que activaba el Voiceover, en vez de escribir lo que yo quería…  Curiosamente empezó a hacerlo cuando quise escribir “Á” (o sea, “a” mayúscula acentuada…).  Como no encontraba la ventana de preferencias del sistema que me diera la solución, busqué por internet;  y no sé bien dónde acabo viendo “Mayúsculas+A” como una combinación que, al no ser habitual en algunos teclados, se usaba para activar esa función, pero que con otros idiomas sí era habitual…  No sé muy bien a qué se refería, porque la combinación “Mayús+A” es habitual en cualquier lengua, pero bueno… El caso es que finalmente localizo esto:



Se trata de la ventana de diálogo de la preferencia “Dictado y habla”, no la de “Accesibilidad”.  Y como  se ve claramente (ahora desactivado para mi alivio), la opción Mayúsculas+A provocaba la opción de “reproducir oralmente el texto seleccionado al pulsar la tecla”.  Dos cosas que decir:  por un lado lo ya comentado de la simpleza de colocar esa combinación tan habitual para esa función (aunque se supone que sólo se activa con una selección previa de texto, no ha debido ser tan difícil cuando me ha ocurrido).  Y por otra la falta de imaginación del técnico a la hora de diagnosticar el problema, pues se supone que es una persona habituada a conocer el SO a fondo.  O no.  O simplemente no se le ocurrió en ese momento, somos humanos…  Pero es que fueron dos cambios de teclado seguidos…  Eso sí, su trato fue amabilísimo.

Más cosas:  lo de la Mac App Store, interesante…  Llevaba tiempo oyendo hablar de ella, pero no podía acceder a la misma desde Leopard.  Otra razón, pues, para cambiar de versión de OS X.  Cambiar el equipo a la vez ha sido por no querer comprar batería nueva (dijo adiós de repente hace unos dos meses, después de 5 años…) y tener el disco duro “a tope” y darme muucha pereza hurgando en él para eliminar contenidos, o sacar los menos habituales, etc.  Y un equipo con 5 años pues ya ha cumplido y se puede vender con ciertas garantías (por cierto, quizás te interese:  puedes mandarme un correo y te doy detalles… disculpas por el off topic, parezco el del chiste del tacaño y la esquela…).  Pues bien:  ayer intenté localizar Paralells en dicho espacio, y no hubo forma.  Por fin lo pude encontrar en la web de Apple, en “descargas”…  La verdad que me desconcertó esa dualidad, porque pensé que la Mac App Store estaba para eso, para centralizar ahí todas las descargas posibles…  Quizás haya una explicación para eso, pero la desconozco.

Y por último, los gestos multitouch…  Sólo diré que al principio me parecieron complejos, ganas de enredar, y que con mis esquinas activadas me acabaría apañando bien…  Pero esa impresión me ha durado poco:  ver que con cuatro dedos en horizontal paso escritorios ágilmente, con la preconfiguración de Mission Control que he dicho antes…  que se me define la palabra que selecciono con tres dedos…  que con dos dedos paso las páginas del histórico de Safari…  que hago zoom en Safari como en el iPhone, haciendo “tap tap” con dos dedos sobre el párrafo elegido…  Que puedo voltear fotos con un giro, o hacer zoom pellizcando o abriendo dedos…  Que veo el escritorio bajo las ventanas con sólo “despellizcar” con pulgar y tres dedos…  Todo eso, aprendido en un par de días, me ha facilitado la tarea hasta el punto de desactivar todas las esquinas salvo una para lanzar el salvapantallas.  Por cierto que ahora además podemos personalizar el fondo de pantalla de cada escritorio, y los hay muy elegantes en las propias preferencias del sistema.

Concluyendo:  si esta entrada formara parte de un blog especializado, las críticas y negativos lloverían, por la sencillez de los comentarios.  Pero escribirlo me ayuda a agradecer la ayuda de otros, y puede que haya algún aspecto que se suele despreciar en foros más expertos, por lo que lo subo con mucha dignidad.  Espero que, si no te ha aportado nada nuevo, al menos te haya servido para sonreírte y mostrarte que “tú sí que sabes”, a diferencia de mi modesto caso.



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